La UE y Serbia no deben restringir la libertad de ir y venir de los ciudadanos de Serbia en el espacio Schengen

Desde 19 de diciembre de 2009, los ciudadanos de Serbia que se desplacen en el espacio Schengen por un período inferior a tres meses, están exentos de visado. Sin embargo, para que esta medida sea efectiva, Serbia se vio obligada a firmar un acuerdo de readmisión comunitaria para facilitar la repatriación de los ciudadanos serbios que no tuvieran ya permiso de residencia en la Unión Europea (UE). Más de 4.000 ciudadanos de Serbia habrían sido devueltos así a Serbia en 2010, sobre la base de este acuerdo comunitario y otros acuerdos bilaterales [1].

Ahora, con el aumento del número de solicitantes de asilo de Serbia en varios países europeos, la UE continúa presionando a Serbia para que refuerce los dispositivos de vigilancia en sus fronteras [2] . Las autoridades serbias han pedido a las empresas de transporte que establezcan más controles, y tienen la intención de limitar el derecho a salir de su territorio solamente a los ciudadanos que ofrezcan garantías suficientes de su regreso a Serbia [3] . El objetivo principal es evitar que los ciudadanos de Serbia pidan asilo en el extranjero.

Desde comienzos de 2010, representantes del gobierno serbio han calificado a los solicitantes de asilo de Serbia como «lažni azilante» o «falsos solicitantes de asilo». Más recientemente, el ministro del Interior serbio ha pedido a la población romaní que no busque protección en el extranjero porque según él, perjudicarían los intereses nacionales y estatales de Serbia [4] . Estas declaraciones refuerzan las discriminaciones -ya importantes- hacia la comunidad gitana.

Por otra parte, estos proyectos violan las convenciones internacionales a las que la UE y Serbia se han adherido. Condicionan la salida del territorio serbio a la renuncia de un derecho fundamental como es la búsqueda de asilo. El artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que garantiza el derecho de toda persona «a salir de cualquier país, incluso del propio, ya regresar a su país» quedaría igualmente violado.

Hay que recordar que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado en repetidas ocasiones a los Estados que han retirado o se han negado a expedir pasaporte a sus ciudadanos para impedirles abandonar su país.

Tal y como demandan ONG alemanas, belgas y luxemburguesas a Serbia de no interferir la libertad de circulación de sus ciudadanos en una carta conjunta, Migreurop requiere de la Comisión Europea y de Serbia la renuncia a cualquier medida que implique una limitación de la libertad de circulación de los ciudadanos serbios y que entrañe una violación del derecho a solicitar asilo en Europa. Creemos que el camino de Serbia hacia la Unión Europea debe inscribirse en el respeto a los derechos fundamentales de sus ciudadanos y en particular de los más vulnerables.

La normalización de las relaciones entre Serbia y la UE requiere necesariamente el establecimiento de un espacio de libre circulación.