Italia pone contra las cuerdas el derecho de asilo y refugio en la UE

Italia pone contra las cuerdas el derecho de asilo y refugio en la UE

http://www.abc.es/20090525/internacional-europa/italia-pone-contra-cuerdas-20090525.html

Saías Afewerki es uno de esos dictadores cuyo nombre se pasea poco por los periódicos europeos. Gobierna con mano de hierro Eritrea desde su independencia en 1993. «Una prisión gigantesca», según Human Rights Watch (HRW), para más de 5,5 millones de habitantes de la que cada vez quiere huir más gente.

Muchos cruzan Sudán para alcanzar Libia y desde allí dar el salto a Italia, la antigua potencia colonial de Eritrea. Son emigrantes clandestinos, pero no son emigrantes económicos. Los motivos de su viaje son casi siempre suficientes para considerarlos posibles demandantes de asilo y refugiados.
Entre los más de 500 africanos que Italia ha rechazado desde el mes pasado en aguas internacionales -es decir fuera de su jurisdicción, insisten varias ONG- había al menos dos docenas de eritreos. Ninguno ha podido ejercer su derecho a pedir asilo. Tampoco lo han podido hacer los somalíes o los sudaneses, también sacudidos por conflictos.

Todos se encuentran ahora en tres de los casi 30 centros de reclusión con que cuenta la administración libia y que hace años que están siendo denunciados por sus deplorables condiciones. Se trata, según el Consejo Italiano para los Refugiados (CIR), de Twaisha, de nueva construcción y cerca de Trípoli; Zawiyah, hacia la frontera tunecina, que cuenta con una sección para mujeres, y Qwaa, al este de la capital.
El CIR cuenta con un único representante en Trípoli, y es de las pocas ONG extranjeras autorizada a trabajar en un país cuya sociedad civil es prácticamente inexistente.

Algunos aprecian cierto aperturismo de Libia al tiempo que se reincorpora a la escena internacional tras años de ostracismo, pero «la transformación no será de hoy para mañana», reconoce Christoipher Hein, director del CIR, al tiempo que deja entrever que los centros libios no ofrecen garantías.

«La UE es responsable del silencio de sus instituciones frente a las flagrantes violaciones de las convenciones internacionales», como la de Ginebra, sobre los refugiados, afirma Sara Prestianni, de Migreurop, una plataforma de organizaciones en defensa de los emigrantes que cuenta con grupos asociados en trece países de las dos orillas del Mediterráneo. Otorgar a Libia por parte de Europa este papel de «alumno aventajado» significa «oficializar la externalización del control de las fronteras y del asilo hacia países que no ofrecen ninguna garantía de respeto de los derechos de los emigrantes».
La «lotería» de la llegada

Los 27 no cuentan con una política común de asilo y refugio y los diferentes criterios hacen de la llegada de emigrantes una «lotería» dependiendo del país. Hay que «establecer un programa de reasentamiento a escala europea dirigido por la UE», y hay que «crear los cauces legales necesarios para permitir que los refugiados viajen a Europa», estima en un documento el Consejo Europeo para Refugiados y Exiliados (ECRE, según sus siglas en inglés), una red de 69 ONG europeas que promueven el asilo.

Italia, añade Prestianni, desarrolla una «política cada vez más racista y xenófoba que vive su más macabra expresión en los rechazos hacia Libia», un país que no ha firmado la Convención de Ginebra, aunque sus autoridades aseguran que preparan una ley de asilo, y donde los emigrantes son objeto de «maltrato, reclusión, violaciones, torturas y deportaciones».

HRW envió hace unas semanas una misión a Libia. «De momento no tienen intención de adherirse a la Convención de Ginebra», asegura Heba Fatma Morayef, una de las integrantes del equipo al que no se permitió visitar los centros de emigrantes.

Italia y Libia firmaron en 2008 un tratado de amistad concretado ahora en la puesta en práctica de una política migratoria bilateral que ha recibido críticas no sólo de las organizaciones de derechos humanos. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y el Gobierno italiano se han enfrascado en una trifulca, y el Alto Comisionado, el portugués Antonio Guterres, ha pedido una reunión con italianos, libios y otros países concernidos como Malta. El objetivo es tratar de poner coto a los abusos y buscar apoyos para una política de asilo y refugio común en Europa.

A cambio de que Trípoli colabore, Roma ha entregado tres patrulleras e invertirá, en concepto de factura colonial, 3.400 millones de euros los próximos 25 años.