Llamamiento a una intervención solidaria de la UE en el Mediterráneo

Al tiempo que grandes cambios políticos, anunciando el fin de regímenes autoritarios, se están produciendo al sur del Mediterráneo, los gobiernos e instancias de la Unión Europea se muestran preocupados sobre todo por protegerse contra los "flujos migratorios incontrolables" que podría ocasionar estos cambios. Los expertos y los servicios diplomáticos, que no han previsto en absoluto los movimientos políticos en curso, no dudan en afirmar hoy que miles de migrantes están a punto de llegar a territorio europeo.

La UE adoptó en 2001 un dispositivo denominado "protección temporal" a los nacionales de los Estados que, víctimas de una catástrofe natural, de revueltas políticas en su país o de conflictos armados, tuvieran necesidad urgente de encontrar refugio en Europa. Pero "en el momento actual, no hay flujo de refugiados procedentes de Libia”, se apresuró a indicar la Comisión Europea. ¡Al mismo tiempo, envía patrullas a sus fronteras marítimas, por medio de Frontex, para evitar que potenciales refugiados, asimilados a inmigrantes clandestinos, crucen el Mediterráneo!

Mientras tanto, la situación empeora día a día en Libia y en sus fronteras. En Túnez, a donde llegan decenas de miles de refugiados, el dispositivo está saturado, a pesar de los esfuerzos desplegados por las autoridades locales. Europa no puede seguir aparentando que no le incumbe la suerte de decenas o centenares de miles de personas que necesitan protección en los países que actualmente protagonizan revueltas, ni la de migrantes, provenientes de diversos países árabes, africanos, asiáticos, que viven allí.

No hace tanto que Europa se jactaba de implementar "una política euro-mediterránea". ¿Esta ambición estalló, justo en el momento en que varias de las naciones potencialmente socias de esta región "Euro-Mediterránea" se están convirtiendo en democracias?

Hacemos un llamamiento solemne a todos los gobiernos europeos, a las instancias de la UE, a todos los partidos políticos a que se adopten, en concertación con los socios de todo el Mediterráneo, las medidas que se necesitan con urgencia:

 Proporcionar aviones para permitir la repatriación no sólo de los nacionales de los países europeos, sino de todos aquellos que pueden y quieren regresar a su país, como los egipcios que se encuentran actualmente en Túnez;

 Permitir la evacuación por aire o por mar, a partir del territorio libio que ya no está en manos de Gadafi, de los extranjeros bloqueados en Libia, cuyos gobiernos son incapaces de evacuar;

 Prever la acogida, en territorio europeo, de los refugiados que no pueden regresar a su país;

 Poner en práctica sin demora el dispositivo que permita conceder la protección temporal a todos los que, en la situación de emergencia en que nos encontramos, puedan legítimamente ser acreedores de la misma;

 Detener las patrullas de Frontex que impiden la llegada de refugiados por mar;

Hay que dejar de alimentar el miedo de la población europea agitando de manera sistemática el espectro de la "invasión". Hay que dejar de considerar una prioridad el evitar la emigración que proviene de los territorios afectados por las revueltas.

Rechazamos este egoísmo criminal. Queremos una Europa solidaria y acogedora.

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