Para el reconocimiento pleno de los refugiados en Marruecos y la garantía de los derechos fundamentales de todos los migrantes

El 20 de junio pasado, con motivo del día mundial de los refugiados, Marruecos anunció su decisión de reconocer en dicho país el estatuto del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El Comité de seguimiento de la Conferencia euro-africana "Migración, Derechos Fundamentales y Libertad de Circulación" se alegra de esta decisión que sitúa a Marruecos, signatario del Convenio de Ginebra, en conformidad con sus compromisos internacionales. Este acuerdo debería permitir al ACNUR asegurar plenamente su mandato en este país. Implica también que Marruecos reconozca a los refugiados en su territorio el derecho a la estancia y todos los derechos correspondientes.
Nos proponemos ejercer la mayor vigilancia sobre la realización efectiva de estos dos efectos beneficiosos de este acuerdo.

No obstante, llamamos al ACNUR, quien determina el estatuto de refugiado respecto a su mandato, a examinar las solicitudes que se le presentan con la mayor benevolencia respecto al margen del que dispone en su valoración y en vista de la situación política de los países de los que proceden la mayoría de los solicitantes de asilo. El acuerdo de reconocimiento del ACNUR no debe nunca implicar una mayor severidad en la valoración de las solicitudes.

Nuestro Comité quiere sin embargo recordar que toda persona, cualquiera que sea su estatuto y resida o no en su país de origen, debe ver reconocidos el conjunto de los derechos enumerados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional relativo a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como el Convenio sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y miembros de su familia, del cual Marruecos es signatario.

Esta es la razón por la que el reconocimiento del ACNUR y de los refugiados bajo su protección, no podrían nunca servir de pretexto a una mayor represión contra los migrantes que no dependen de sus competencias, incluso en caso de situación administrativa irregular. Los derechos internacionalmente reconocidos a los migrantes deben ser protegidos y garantizados.

El reconocimiento del derecho de asilo en Marruecos no debe tampoco incitar la Unión Europea a reforzar los controles en sus fronteras exteriores, con el riesgo de prohibir el acceso a los solicitantes de asilo, y de subcontratar a este país las obligaciones internacionales que le incumben.

Nuestro Comité recuerda que las medidas de seguridad puestas en marcha por la Unión Europea y sus “colaboradores”, que tienen como efecto de enviar a las personas migrantes de un país a otro a golpe de acuerdos de readmisión en cascada y de rechazos sin base legal, no constituyen una respuesta adecuada a las situaciones de violencia y miseria que son la causa de la mayoría de las migraciones africanas.

Las restricciones actuales a la libertad de circulación de las personas, mientras los capitales circulan libremente, sólo obstaculizan la migración de los más desamparados, mientras que la pobreza y la falta de desarrollo son mantenidos a sabiendas por los mecanismos del comercio internacional, de las privatizaciones, de la deuda ya reembolsada varias veces, etc...y que las divergencias de renta por habitante entre Europa y África no dejan de aumentar.

No sólo las medidas represivas no pondrán fin a los flujos migratorios sino que, ante la recomposición permanente de los desplazamientos de las personas, no harán más que aumentar la peligrosidad, como demuestra el drama humano que se desarrollan diariamente en las fronteras.

Por eso exigimos la renuncia a la ideología represiva y de seguridad que orienta hoy las políticas migratorias, en particular, la “externalización” del asilo y los controles en fronteras, la criminalización de las migraciones, así como toda ley racista, xenófoba o discriminatoria.

Pedimos la refundación de las políticas migratorias sobre la base del respeto de los derechos humanos, de una verdadera igualdad de los derechos de las personas que viven en un mismo territorio y, de inmediato, la regularización de todos los migrantes sin papeles.

ABCDS (Association Beni Znassen pour la culture, le développement et la solidarité), ADEG (Appui au Développement de la Guinée), AFVIC (Association amis et familles des victimes de l’immigration clandestine), AFVMC Cameroun (Aide aux familles et victimes de l’immigration clandestine), AMDH Maroc (Association marocaine des droits humains), AMDH Mauritanie (association mauritanienne des droits de l’homme), APDHA (Association pour les droits de l’homme en Andalousie), ARCI-Italie, ARCOM (association des réfugiés et demandeurs d’asile congolais au Maroc), ARSF Cameroun (Association des réfugiés sans frontière), ATTAC-Maroc, ATMF (association des travailleurs maghrébins en France), Cimade, Collectif des réfugiés, CMSM (Conseil des migrants subsahariens au Maroc), FTCR, Fluechtlingsrat Hamburg (Conseil des réfugiés Hambourg), GADEM (groupe antiraciste d’accompagnement et de défense des étrangers et migrants), GISTI (Groupe d’information et de soutien des immigrés), Homme et environnement, Migreurop, OEPI-Bruxelles (Organisation des exilés politiques ivoiriens), RRIM (Rassemblement des réfugiés ivoiriens au Maroc), RSF Maroc (Réfugiés sans frontière), SdL Intercategoriale (Italia), Shabaka (réseau des association du Nord du Maroc pour le développement et la solidarité),